Esta fotografía quiero compartirla con el permiso de él, con todos vosotros, por un lado agradeciéndole el detalle que ha tenido al enviármelas y por otro lado porque creo que merecen la pena publicarlas y que todos los que siguen mis entradas puedan verlas.
La maniobra de subirla duro unos 20 minutos y estuvo acompañado todo el tiempo por el repique de todas las campanas de la Giralda.
Una vez en su lugar, desde donde va a presidir de nuevo a Sevilla durante los años venideros, procedieron al anclaje y la colocación del escudo y la palma, que son las únicas partes de la estatua que se pueden desmontar y que ya se encontraban arriba.
El Giraldillo tiene un carácter ornamental, funcional y simbólico, con respecto a la torre y a la ciudad de Sevilla y es conocido mundialmente, a la vez que da a conocer la tierra que lo acoge.
El proceso de restauración se llevó a cabo en las Reales Atarazanas de Sevilla, mandada a construir por Alfonso X en 1252, en las inmediaciones de la Torre del Oro.
El espesor de su cuerpo varía entre 9 y 25 mm., según las partes del cuerpo, y para su estructura interior han utilizado acero inoxidable soldado con molibdeno, material de gran resistencia.
Mi agradecimiento al autor de estas fotos A. Villa, por el detalle de compartirlas con todos nosotros y espero os gusten y os resulten tan interesante, como a mí me han resultado y animo desde aquí a todo aquel que tenga algunas fotos interesante y que quiera darlas a conocer, y que las publique en unas de mis entradas me las envíe, que lo hare con mucho gusto.
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